Escribo la palabra autoconfianza en el buscador y aparecen 1.510.000 resultados, hay miles y miles de páginas que se dedican a explicarte qué es la autoconfianza, y tienen la osadía de darte 5 claves para conseguirla. Parece más fácil conseguir tener autoconfianza, que la receta de tarta de queso que me enviaron para Navidad.
Vamos a un establecimiento donde puedes perderte entre sus estanterías llenas de libros, y en el apartado de autoayuda te encuentras con decenas de ellos que hablan de la autoconfianza, del amor propio, quererte a ti mismo.
Todo esto hace que me planteé las siguientes preguntas: ¿Qué estamos haciendo con nuestra vida, con nuestro cuerpo, con nuestra alma, con nuestros pensamientos? ¿Cómo somos capaces de dejarnos de lado?, ¿En qué momento nos hemos dejado de querer? ¿Hemos dejado de confiar en nosotros mismos? ¿Cuándo hemos dejado que la opinión del resto de personas afecte a nuestra integridad?, ¿Por qué nos da miedo mirarnos al espejo, y aceptarnos, querernos, tal y como somos? ¿Por qué estamos de forma continúa esperando el reconocimiento de las personas que tenemos alrededor? ¿En qué momento hemos dejado de mirar dentro de nosotros mismos, nos hemos infravalorado y hemos dejado que todo esto nos lleve a un mundo de inconsciencia y desconocimiento propio?
Conseguir tener confianza en uno mismo, no se consigue leyendo un libro, ni con 5 pasos mágicos, que fácil sería ¿no crees?
La autoconfianza, el amor propio, como todos los amores, hay que trabajarlo de forma continúa día tras día, hay que mimarlo. Mirarlo de frente. Hay que escucharlo, aceptarlo y ¿porque no? A veces también confrontarlo. En la autoconfianza, hay consciencia, hay amor incondicional hacia uno mismo, hay lealtad, fidelidad, respeto, aceptación, comprensión hacia ti y hacia los que te rodean, Cuando tenemos autoconfianza nos sentimos plenos y también indestructibles.
Porque no hay nada mejor que tenerse a uno mismo para vivir la vida, que no es igual que estar en la vida.
Y esto me lleva a un extracto del libro "Alicia en el país de las maravillas"
"-Pero tú me amas?- Preguntó Alicia.
- No, no te amo! - Respondió el Conejo Blanco
Alicia arrugó la frente y comenzó a frotarse las manos, como hacía siempre cuando se sentía herida.
-¿Lo ves?-Dijo el Conejo Blanco.
Ahora te estarás preguntando qué te hace tan imperfecta, qué has hecho mal, para que no consiga amarte al menos un poco.
Y es por eso mismo que no puedo amarte. No siempre te amarán Alicia, habrá días en los cuales estarán cansados, enojados con la vida, con la cabeza en las nubes y te lastimarán. Porque la gente es así, siempre acaba pisoteando los sentimientos de los demás, a veces por descuido, incomprensiones o conflictos con sí mismos. Y si no te amas al menos un poco, si no creas una coraza de amor propio y felicidad alrededor de tu corazón, los débiles dardos de la gente se harán letales y te destruirán. La primera vez que te vi, hice un pacto conmigo mismo: "!Evitaré amarte hasta que no hayas aprendido a amarte a ti misma!"- Por eso Alicia no, no te amo"
Autoría original y cedido por Mónica Torresano Recuero. Profesional en el sector financiero y coach de vida.
Gracias Mónica por cederme este bello texto para el blog de #IdentidadProfesional
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