Si no ordenas tus recursos, siempre pensarás que no son suficientes


Nuestra Identidad Profesional está formada por innumerables recursos; muchos de ellos los has puesto en práctica a lo largo de tu vida. Sin embargo, otros pueden estar escondidos, como prendas de fondo de armario, incluso sin que seas consciente de su existencia.

 

Imagina tu armario, repleto de ropa. Al abrirlo, algunas prendas son visibles de inmediato, mientras que otras están guardadas en cajones, fuera de la vista y en lo más profundo.

Si hay algo que impulsa nuestra creatividad al seleccionar lo que necesitamos, es saber exactamente hacia dónde nos dirigimos.

 

¿Alguna vez has empacado sin saber a dónde ibas? Estarás de acuerdo en que no es la situación habitual. Normalmente planificamos nuestro destino y luego elegimos la ropa adecuada. Surgen preguntas como: ¿Hace frío? ¿Calor? ¿Necesitaré zapatos cómodos? ¿Vestido de fiesta? ¿Cuántas noches estaré? ¿Hay toallas en el lugar? ¿Habrá secador? Después revisamos todo lo esencial que no podemos olvidar.

 

En nuestra vida profesional, debería ocurrir lo mismo. Identificamos dónde queremos estar, lo que deseamos lograr en un tiempo determinado, y a partir de ahí, ponemos en marcha nuestros recursos: habilidades, competencias, y valores que guiarán nuestro camino. Si percibimos alguna carencia, trabajamos para superarla.

 

No obstante, esta lógica evidente no siempre se cumple. En muchas ocasiones, nos convencemos de no tener lo suficiente, incluso antes de decidir conscientemente hacia dónde queremos dirigirnos.

 

A veces, sabemos que no estamos satisfechos con nuestra situación actual. Sentimos insatisfacción, pero no logramos visualizar un lugar que nos satisfaga, motive y te haga sentir pleno y cubra tus necesidades, las básicas y las de crecimiento.

 

Este, sin duda, es el primer reto del camino.

Una vez que hemos establecido ese destino, es el momento de mirar hacia adentro e identificar todo lo que nos ayudará a llegar:

 

¿Qué necesito para alcanzar mi meta?

¿Es un camino desconocido para mí?

¿He recorrido este u otro camino similar antes?

¿Qué habilidades y competencias poseo que facilitarán mi camino?

¿Confío en que puedo lograrlo?

¿En qué o quién puedo apoyarme para hacerlo más fácil, rápido o divertido?

¿Cuáles son las barreras que encontraré y cómo las superaré?

¿Hay algo que necesitaré y creo que no poseo en este momento?

 

Estas son solo algunas de las preguntas que podemos plantearnos. Sin embargo, si no identificamos el destino que deseamos alcanzar, será difícil determinar el camino que debemos seguir y mucho menos lo que necesitaremos para recorrerlo.

 

¿En cuantas ocasiones te has quedado en lugares incómodos pensando y creyendo firmemente que no tienes los recursos suficientes para alcanzar algo mejor?

¿En cuantas otras te has fijado un objetivo y no has sacado la maleta para llenarla con tus recursos y emprender el viaje?

¿Cuánto tiempo lleva tu maleta hecha esperando a que la cojas y emprendas el viaje?

¿Cuántas vidas crees que vas a vivir?

 

Fija tu objetivo, ordena tus recursos y ponte en marcha con lo que hoy tienes.

 

Mira hacia adentro y trabaja sobre tu #identidadprofesional.

 

Identidad Profesional by Cristina Recuero

 

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