Cuando nuestras competencias se convierten en debilidades


No hay perfiles conductuales profesionales buenos o malos.

Tras cada uno de nosotros existen experiencias, competencias, habilidades, áreas de mejora, juicios y valores con los que hemos crecido y nos hemos desarrollado como profesionales.

 

Escribo este artículo como invitación a la reflexión, a mirar hacia adentro y entendernos, para poder entender nuestro entorno y mejorar nuestra comunicación y relación laboral.

 

¡Allá voy!

 

¿Alguna vez te han dicho que eres muy intenso/a? Igual has sido tu quien se lo has dicho a algún compañero o compañera, o al menos lo has pensado.

¿Alguna vez te has preguntado por qué tu no vives tu trabajo con la misma pasión e intensidad que otros?

 

Pues bien, hoy voy a reflexionar sobre esos perfiles conductuales de intensidad alta e intensidad baja.

 

En el dinámico mundo laboral, nos encontramos con una gran cantidad de estilos de trabajo o estilos conductuales. Algunos individuos destacan por su energía y determinación en la forma en que abordan las relaciones laborales. Otros, en cambio, destacan por su calma y moderación en la forma en que abordan las relaciones laborales. En ambos casos aparecen ventajas y desafíos.

 

Desde la perspectiva Interna: Cuando nos miramos al espejo.

 

Aquellos con perfiles conductuales intensos, pueden considerar su intensidad como un signo de compromiso y dedicación hacia sus metas profesionales y con aquello que están realizando.

 

Sin embargo, también pueden experimentar dificultades para encontrar un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, y pueden sentirse agobiados por la presión constante de sobresalir en su carrera y destacar siempre en aquello que hacen.

 

Aquellos con perfiles conductuales poco intensos, pueden considerar sus rasgos de personalidad, como la calma y la moderación, como signos de equilibrio y estabilidad emocional.

 

Sin embargo, también pueden experimentar dudas sobre su capacidad para destacar en entornos laborales altamente competitivos, sintiéndose a veces pasivos o poco ambiciosos en comparación con sus colegas más enérgicos.

 

¿Te ves en alguno de estos perfiles cuando te miras al espejo?

 

 

Perspectiva Externa ¿Y cómo nos perciben los demás?

 

En el entorno profesional, los perfiles conductuales intensos pueden ser percibidos de diversas formas:

 

a.     Hay quienes admirarán su entusiasmo y determinación, valorando su capacidad para liderar con pasión y motivar a los demás.

 

b.     Sin embargo, otros pueden interpretar su intensidad como agresividad o dominación, lo que podría llevar a conflictos interpersonales o percepciones negativas sobre su estilo de trabajo.

 

Y por su lado, los perfiles conductuales poco intensos también pueden ser percibidos de diversas formas:

 

a.     Algunos pueden admirar su serenidad y capacidad para mantener la calma bajo presión, valorando su enfoque reflexivo y su habilidad para mediar en situaciones conflictivas.

 

b.     Y otros pueden interpretar su moderación como falta de iniciativa o pasividad, lo que podría llevar a subestimar su contribución al equipo.

 

¿Serías capaz de identificar a tu alrededor perfiles que se ajusten a estas descripciones?

 

Como ves para gustos los colores y el juicio humano ¡¡tiene para todos!!!

 

 

¿Y cómo podemos potenciar las fortalezas y superar desafíos?

 

Para aquellos con perfiles conductuales intensos, es importante reconocer y canalizar su energía de manera productiva, estableciendo límites claros y practicando la autogestión emocional.

 

Algunas áreas de mejora pueden ser desarrollar habilidades de comunicación empática y liderazgo colaborativo, para que puedan dirigir con eficacia y trabajar de manera constructiva con los demás en el entorno laboral.

 

Para aquellos con perfiles conductuales poco intensos, es importante reconocer y potenciar sus fortalezas únicas, como la capacidad para tomar decisiones reflexivas y mantener la calma en situaciones difíciles.

 

Y algunas áreas de mejora podrían ser el desarrollo de habilidades de comunicación asertiva y liderazgo, para que puedan expresar sus ideas y contribuciones de manera más efectiva en el entorno laboral.

 

 

¿Y cómo las competencias se pueden convertir en debilidades?

 

Ambos perfiles son muy competentes en unos puntos determinados, si bien cuando la intensidad hacia arriba o hacia abajo (poco intensos) es muy acusada, puede hacer que esas competencias se conviertan en debilidades. ¿Cómo?, te lo cuento.

 

En los perfiles intensos:

 

  • Dominancia excesiva: En algunos casos, la intensidad puede manifestarse como una dominancia excesiva en el entorno laboral. Estos individuos pueden sentir la necesidad de imponer sus ideas y opiniones sobre los demás de manera agresiva, lo que puede generar conflictos interpersonales y obstaculizar la colaboración efectiva en el equipo. Su firmeza puede ser percibida como autoritarismo, alienando a sus colegas y minando la moral del equipo.
  • Perfeccionismo extremo: La intensidad puede llevar a un perfeccionismo extremo en algunos individuos, donde buscan la excelencia en todo lo que hacen a expensas de la eficiencia y la productividad. Estos individuos pueden pasar demasiado tiempo perfeccionando detalles insignificantes, lo que puede retrasar los plazos y obstaculizar el progreso del equipo. Su búsqueda implacable de la perfección puede generar estrés y agotamiento tanto para ellos mismos como para sus colegas.
  • Competitividad desmedida: La intensidad a veces puede alimentar una competitividad desmedida en algunos individuos, donde ven a sus colegas como rivales en lugar de colaboradores. Estos individuos pueden estar obsesionados con superar a los demás y destacar a cualquier costo, lo que puede crear un ambiente de trabajo hostil y desmotivador. Su enfoque en la competencia puede socavar la confianza y la cooperación dentro del equipo.
  • Falta de empatía: En ocasiones, la intensidad puede estar acompañada de una falta de empatía hacia los sentimientos y necesidades de los demás. Estos individuos pueden estar tan enfocados en alcanzar sus propias metas y objetivos que descuidan las relaciones interpersonales y el bienestar de sus colegas. Su falta de sensibilidad puede generar resentimiento y alienación en el equipo, socavando la cohesión y la colaboración.

 

 

 

 

¿Y en los perfiles poco intensos?

 

  • Flexibilidad excesiva: En un entorno laboral que requiere toma de decisiones rápida y acción decidida, la tendencia a ser flexible y adaptable puede convertirse en una debilidad. Estos individuos pueden tener dificultades para tomar decisiones firmes y comprometerse con una dirección específica, lo que puede resultar en falta de liderazgo y dirección en situaciones críticas.
  • Evitar el conflicto: La preferencia por evitar el conflicto a toda costa puede llevar a problemas de comunicación y resolución de problemas en el equipo. Estos individuos pueden sentirse incómodos al enfrentarse a situaciones conflictivas y pueden optar por mantenerse al margen en lugar de abordar los problemas de manera directa y constructiva. Esto puede provocar tensiones no resueltas y resentimiento dentro del equipo.
  • Falta de asertividad: La falta de asertividad puede impedir que estos individuos defiendan sus ideas y perspectivas de manera efectiva en el entorno laboral. Pueden sentirse reacios a expresar sus opiniones o defender sus puntos de vista, lo que puede resultar en falta de reconocimiento y contribución a la toma de decisiones. Esto puede llevar a que sus habilidades y conocimientos subestimados y desaprovechados en el equipo.
  • Comodidad en la zona de confort: La tendencia a sentirse cómodos en la zona de confort puede hacer que estos individuos eviten tomar riesgos y buscar oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional. Pueden estar satisfechos con el status quo y resistirse al cambio, lo que puede limitar su capacidad para adaptarse a nuevas situaciones y desafíos en el trabajo.

 

EN RSUMEN:  aunque las competencias de ambos perfiles pueden ser valiosas en ciertos contextos, si no se manejan adecuadamente, pueden convertirse en debilidades que obstaculizan su rendimiento y contribución en el entorno laboral.

 

Es tremendamente importante que reconozcamos nuestra tendencia y trabajemos en desarrollar habilidades que nos permitan alcanzar nuestro máximo potencial en lo personal y profesional.

 

 

Conclusión: Apreciando la Diversidad de Estilos de Trabajo

 

los perfiles conductuales intensos aportan una valiosa energía y determinación al entorno laboral, pero también pueden enfrentar desafíos en cuanto a su percepción por parte de ellos mismos y de su entorno.

 

Los perfiles conductuales poco intensos aportan una valiosa perspectiva y equilibrio al entorno laboral, pero también pueden enfrentar desafíos en cuanto a su percepción por parte de ellos mismos y de su entorno.

 

Solo al fomentar una CULTURA DE RESPETO Y APRECIO por la diversidad de estilos de trabajo, podemos aprovechar al máximo las contribuciones de todos los miembros del equipo, independientemente de su intensidad conductual.

 

Identidad Profesional by Cristina Recuero

 

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