Hoy quiero conectar el liderazgo con la comunicación y la influencia y para ello es importante que conectemos con las direcciones del liderazgo a la comunicación de influencia que se deriva de cada una de ellas.
Cuando hablamos de liderazgo, a menudo lo encapsulamos como una habilidad única y en muchas cabezas seguro que existe la idea del líder como ese jefe o manager de equipo, pero la realidad es mucho más compleja ya que el liderazgo se despliega en varias direcciones, y en cada una de ellas, se requieren competencias diferentes que varían en importancia según la situación.
El autoliderazgo, el liderazgo hacia abajo, el liderazgo transversal y el liderazgo hacia arriba son conceptos claves dentro de esta esfera.
1. Autoliderazgo
El punto de partida de cualquier tipo de liderazgo es el autoliderazgo. Sin la capacidad de liderarte a ti mismo, es difícil guiar a otros. El autoliderazgo implica conocerse, manejar las emociones y dirigir tu propia vida y carrera con claridad y propósito. Competencias como la autodisciplina, la inteligencia emocional y la adaptabilidad son esenciales en este tipo de liderazgo.
Retos comunes del autoliderazgo:
Gestión del tiempo: A menudo, equilibrar las responsabilidades personales y profesionales puede ser un desafío. Ser capaz de priorizar y mantener la autodisciplina es esencial.
Autocrítica excesiva: Saber cuándo parar y ser autocompasivo es difícil. Reconocer los logros y no exigirse más de lo necesario es clave para evitar el burnout.
Flexibilidad en entornos cambiantes: Adaptarse rápidamente a nuevas situaciones sin perder el foco puede poner a prueba tu capacidad de autoliderazgo.
2. Liderazgo hacia abajo
Este es el tipo de liderazgo más "clásico", donde un líder guía a su equipo hacia la consecución de objetivos. Se trata de influir y empoderar a las personas que dependen de ti directamente. Las competencias que aquí son prioritarias incluyen la comunicación clara, la motivación y la capacidad de crear un ambiente de confianza.
Retos comunes del liderazgo hacia abajo:
Delegación: Confiar en otros y no centralizar todas las decisiones es un reto para muchos líderes. Dejar espacio para el crecimiento del equipo es fundamental.
Gestionar conflictos: A veces, un líder tiene que resolver tensiones dentro del equipo. Hacerlo de manera justa y manteniendo la cohesión es todo un desafío.
Mantener la motivación en tiempos difíciles: En tiempos de crisis o incertidumbre, motivar a los demás sin dejarse vencer por el entorno es crucial, pero complicado.
3. Liderazgo transversal
El liderazgo transversal se da cuando no se tiene autoridad formal sobre un grupo, pero se necesita influir en personas de otras áreas o departamentos. Este tipo de liderazgo es muy común en organizaciones complejas donde se trabaja en equipo, proyectos transversales o estructuras matriciales.
Quiero poner especial foco de interés en este tipo de liderazgo. En un mundo cada vez más colaborativo, el entrenamiento de este tipo de liderazgo es más que necesario.
Retos comunes del liderazgo transversal:
Influencia sin autoridad: A menudo, se necesita convencer y colaborar sin tener una jerarquía formal sobre el otro. Lograr que las personas se comprometan sin ejercer poder directo es un gran desafío.
Competición entre áreas: Las metas de distintos departamentos pueden entrar en conflicto. Navegar por esos intereses y alinear a las partes involucradas es complejo.
Falta de comunicación clara: La falta de interacción constante puede llevar a malentendidos, lo que requiere tener mucha proactividad en mantener alineados a los equipos.
4. Liderazgo hacia arriba
El liderazgo hacia arriba implica influir en personas que están en posiciones de mayor autoridad. Puede parecer contradictorio, pero es crucial saber liderar hacia arriba para comunicar las necesidades del equipo o para proponer nuevas ideas. Las competencias que aquí destacan incluyen la gestión de expectativas, la proactividad y la comunicación estratégica.
Retos comunes del liderazgo hacia arriba:
Gestionar las expectativas del liderazgo senior: Los líderes a menudo tienen visiones diferentes o menos detalladas del día a día. Alinear sus expectativas con las necesidades operativas puede ser desafiante.
Ser escuchado: En muchas organizaciones, lograr que tus ideas sean tomadas en serio por los líderes superiores puede ser difícil, especialmente si no tienes un alto cargo formal.
Afrontar decisiones difíciles: A veces, influir hacia arriba requiere plantear puntos de vista contrarios o incómodos a la dirección, lo que puede ser un reto tanto emocional como profesional.
En resumen, el liderazgo no es unidimensional. Es un concepto amplio que se despliega en varias direcciones, y en cada una de ellas se requieren competencias específicas, junto con sus propios retos. Ya sea que lideres a tu equipo, te lideres a ti mismo, colabores con otros departamentos o influencies hacia arriba, el liderazgo situacional es una brújula clave para ajustar el enfoque según el contexto.
Liderazgo y la comunicación de influencia están estrechamente relacionados, ya que en todas las direcciones de liderazgo la influencia juega un papel crucial para liderar de manera efectiva.
Aquí te detallo cómo:
Autoliderazgo y comunicación de influencia: En el autoliderazgo, la influencia empieza desde uno mismo. Tener una comunicación interna clara es clave para influenciar tus propias decisiones y comportamientos. A través del autoconocimiento y la gestión emocional, te conviertes en una persona más coherente y capaz de influir positivamente en tu entorno.
Liderazgo hacia abajo y comunicación de influencia: Cuando lideras a un equipo, tu capacidad de comunicar e influenciar a otros es esencial. No se trata solo de dar órdenes, sino de inspirar, motivar y guiar con claridad. La influencia, en este caso, implica persuadir a tu equipo de la importancia de sus tareas, generando compromiso a través de una comunicación efectiva.
Liderazgo transversal y comunicación de influencia: El liderazgo transversal es probablemente el que más depende de la influencia sin autoridad formal. Aquí, la comunicación de influencia es clave para ganar la colaboración de personas sobre las que no tienes control directo. Para influir en ellos, debes emplear técnicas de persuasión, construir relaciones basadas en confianza, y articular claramente los beneficios mutuos.
Liderazgo hacia arriba y comunicación de influencia: Liderar hacia arriba requiere un alto grado de comunicación estratégica. Tu habilidad para influir a superiores depende de cómo presentas tus ideas, necesidades y soluciones de manera convincente. Aquí, la comunicación de influencia es vital para asegurarte de que tus propuestas sean escuchadas y valoradas.
Conexión principal:
En todas las formas de liderazgo mencionadas en el post, la comunicación de influencia es el hilo conductor que te permite lograr tus objetivos de manera efectiva. No basta con tener autoridad o una buena idea, sino que es la capacidad de influir a través de una comunicación clara, estratégica y emocionalmente inteligente la que define el éxito en cada dirección del liderazgo.
Este enfoque de influencia también se alinea con el liderazgo situacional, ya que la manera en la que comunicas e influyes debe adaptarse a cada situación y contexto, ajustándose al público y a las necesidades del momento.
Identidad profesional by Cristina Recuero
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