¿Soy suficiente para tí?


"-Pero tú me amas? - Preguntó Alicia. 

- ¡No, no te amo! - Respondió el Conejo Blanco

 

Alicia arrugó la frente y comenzó a frotarse las manos, como hacía siempre cuando se sentía herida. 

 

- ¿Lo ves? -Dijo el Conejo Blanco. 

Ahora te estarás preguntando qué te hace tan imperfecta, qué has hecho mal, para que no consiga amarte al menos un poco. 

 

Alicia en el país de las maravillas

 

 

Hace más de 10 años comencé a plantar semillas que me ayudarían a cambiar mi rumbo profesional. Seré sincera, no tenía claro cómo llegaría, pero podía vislumbrar dónde quería estar y cómo me quería sentir.

Con esa intuición, fui explorando diferentes caminos. Algunos los recorrí, otros los desandé más tarde al darme cuenta de que no eran los correctos.

 

No faltaron momentos de desánimo y desconfianza, comenzando por mí misma. Sin embargo, esas temporadas no fueron lo suficientemente largas o fuertes, porque hoy sigo aquí. En su momento, ese viaje me parecía interminable, muy largo.

 

Una de las competencias más importantes que he desarrollado en estos 10 años ha sido la paciencia y la organización de tareas urgentes e importantes en el tiempo con coherencia, algo de lo que carecía al comienzo. Demasiado optimista en mis previsiones.

Pero, de entre todos los retos que enfrenté, hoy quiero reflexionar sobre dos muy poderosos: el miedo y, con él, la necesidad de elegir. Esto incluye la necesidad de decir “no”.

 

El miedo a lo desconocido y la necesidad de aprobación

 

A veces no es posible ver con claridad el objetivo final, mucho menos el camino hacia él, pero sí podemos vislumbrar destellos de cómo sería ese lugar. Es ahí cuando comienza el viaje, uno que implica asumir riesgos (de eso no te vas a librar).

 

Uno de los obstáculos más comunes es la incapacidad para tomar decisiones. En muchas ocasiones, el miedo a lo desconocido, la falta de confianza y la necesidad de aprobación se combinan, creando una dinámica muy perjudicial.

 

Gregg Braden, en su libro “The Divine Matrix”, menciona tres miedos universales que todos experimentamos en algún momento:

 

            1.         Miedo a la separación o abandono.

            2.         Miedo a no ser lo suficientemente bueno (o buena) y a no ser querido.

            3.         Falta de confianza en los demás, en ti mismo, o en la vida.

 

Cuando estos miedos se entrelazan, puede parecer imposible avanzar. Pero te aseguro que se puede romper este ciclo y aprender a decir no, a elegir lo que realmente importa y a priorizar tus propios objetivos y bienestar.

 

Aprender a elegir y a decir no con seguridad

 

Mirando atrás, he aprendido que la decisión de decir no es uno de los actos más poderosos que puedes ejercitar en tu vida profesional y personal. Aquí te dejo algunos pasos que yo di (y sigo dando) y puedes seguir para cultivar esta habilidad:

 

1.     Reflexiona sobre tus propias necesidades y prioridades: Pregúntate qué es lo que realmente quieres lograr a corto, medio y largo plazo. ¿Qué actividades te brindan satisfacción? ¿Estás persiguiendo metas que realmente te llenan?

2.     Practica el arte de priorizar tus necesidades sobre las expectativas externas: Por ejemplo, si te piden asumir una tarea adicional que no contribuye a tus metas, o que compromete tu bienestar, aprende a decir no de forma respetuosa pero firme. Tus objetivos y tu salud son igual de importantes.

3.     Desde el inicio, planifica tu viaje y ponle tiempo y si esos tiempos son desajustados en exceso de defecto, recalcula tu camino. A veces el optimismo te juega malas pasadas y un mal cálculo de tiempos te puede llevar a la ruina.

 

Estos ejercicios pueden ayudarte a desarrollar límites saludables y a tomar decisiones alineadas con tus verdaderas necesidades y objetivos, no con la aprobación externa.

 

Y siempre recordando que, el cambio es un proceso que lleva tiempo, así que sé amable contigo mismo mientras lo practicas.

 

Navegar el miedo, elegir conscientemente y decir no cuando sea necesario, abre nuevas puertas hacia un liderazgo más consciente y alineado con tu identidad.

 

Identidad Profesional by Cristina Recuero

 

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