Cuando pensé en el enfoque de esta reflexión, recordé aquella frase de que “hay dos tipos de moteros, los que se han caído y los que se van a caer”
Será porque también creo que, en el contexto del mundo profesional actual, caracterizado por cambios constantes, la globalización y la transformación digital, también hay dos tipos de profesionales, los que han caído y los que (muy probablemente) van a caer.
Ya sabéis que siempre hago especial énfasis en las ideas de empoderamiento individual y autogestión, si bien no son los únicos focos a los que prestar atención. Yo veo 3 áreas indispensables sobre las que trabajar si bien, no son excluyentes de otras.
1. Empoderamiento individual y autogestión
La idea de que cada persona es dueña de su carrera profesional, lo que yo llamo “emprendimiento personal”, encaja perfectamente con la gig economy y el crecimiento de modelos de trabajo más flexibles.
Hoy en día, más personas están optando por trabajar como freelancers, consultores o en roles con menos permanencia, y esto requiere una identidad profesional flexible y adaptable.
Hoy necesitamos ver nuestra carrera como una empresa propia y estar dispuestos a reinventarnos constantemente. Creo que la responsabilidad individual es clave y se alinea muy bien con las demandas del entorno laboral actual.
2. Alineación de valores
Las ideas de Richard Barrett y Simon Dolan sobre la gestión por valores siguen siendo relevantes, especialmente en lo que respecta a la cultura organizacional y el liderazgo.
En el mundo profesional actual, donde muchas organizaciones promueven la sostenibilidad, el bienestar de los empleados y una mayor consciencia social, tener un liderazgo alineado con los valores de la organización también es clave.
El éxito no solo se mide por los resultados, sino por cómo se logran esos resultados, algo que todos valoramos profundamente.
3. Identidad Profesional Flexible
Y, por último, también quiero mencionar el enfoque de Billet y Somerville sobre la construcción de la identidad profesional a través de la práctica y el aprendizaje en el entorno laboral también es muy relevante. En un mundo donde las habilidades y el conocimiento evolucionan rápidamente, la identidad profesional debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse a nuevas demandas y oportunidades.
Esto se alinea con la idea de upskilling y reskilling que es tan vital en la era digital.
¿Incluirías algún enfoque más? ¿Algún truco que evite la caída?
Identidad Profesional by Cristina Recuero
Escribir comentario