la pertenencia, es una palabra mágica de la que pocas veces nos responsabilizamos como empresas contratadoras. Posiblemente porque no somos conscientes o es más fácil no hacernos conscientes de lo que realmente implica cuando lo pedimos.
Un despido, una dimisión, el cierre de una empresa y otras muchas circunstancias pueden provocarnos un sentimiento de pérdida y una necesidad de transitar por una serie de fases muy comunes a la pérdida de un ser querido.