Cuando las cosas no salen como queremos o cómo esperamos, tendemos a buscar culpables, evitar nuestra responsabilidad en el asunto, y responsabilizamos a otros de nuestro malestar o frustración.
¿Os habéis sentido en algún momento así?
Esta pregunta fue lanzada por BMW en octubre de 1.999, y así comenzaba una campaña publicitaria emocional de pura metáfora y muy alejada de todo lo que la marca alemana había hecho hasta ese momento.