Aprender a levantar la cabeza y mirarnos desde fuera es todo un arte.
Aprender a disociarte y observarte en el entorno en el que te mueves, entre los diferentes sistemas de los que eres parte, nos ayuda a entendernos, a comprender por qué hacemos lo que hacemos y poder hacer cambios y mejoras en nuestra vida personal y profesional.
Cuando las cosas no salen como queremos o cómo esperamos, tendemos a buscar culpables, evitar nuestra responsabilidad en el asunto, y responsabilizamos a otros de nuestro malestar o frustración.
¿Os habéis sentido en algún momento así?